jueves, 10 de junio de 2010

Tracks del Diable Non-Stop

Este pasado fin de semana tocaba afrontar una locura más, la Tracks del Diable Non-stop, solo unos 190km, 5000m de desnivel y muchas dudas.
Así el viernes nos fuimos con Joan hasta Torello a recoger los dorsales. Llegamos sobre las 19h30 lo que nos da tiempo a tomar unas cervezas antes de que empiece el briefing. Luego directos al camping, preparar la cena y a dormir.
El sábado toca diana a las 4h15 y después de preparar todos los trastos, otra vez a coger el coche y dirección a los túneles de Bracons y Torello. Llegamos unos 10min antes de las 6h, pero con tiempo suficiente.
A las 6h10 se da la salida, los primeros kilómetros son neutralizados por las calles de Torello o eso nos habían dicho, vaya ritmo que llevaba el del coche. Antes de empezar la carrera ya nos habíamos descolgado, al menos ya sabíamos cual era nuestro sitio. Pero a los 2km desde la salida oficial, veo que el track sigue en una dirección y los que van delante nuestro cogen otro camino. Como el camino esta marcado durante los primeros 30km, hacemos caso omiso al gps y seguimos a los que tenemos delante, pero a los 50m veo que el grupo de cabeza ha dado media vuelta y hacemos lo mismo. Así Joan y yo nos encontramos en cabeza y aprovechando que era bajada aguantamos durante un par de kilómetros. La primera parte de la ruta es muy entretenida con senderos muy guapos y cruce de ríos. A las 3h llegamos a Tavertet, km 40 y 2º avituallamiento, una pequeña subida que hacemos a un buen ritmo, el único pero es que son las 9h30 y el sol ya empieza a picar. Bajamos hacia Rupit y vuelta a subir, es una constante, y así llegamos al 3er avituallamiento en el kilómetro 61. A partir de este punto empieza otro de esos tramos entretenidos con senderos, mucha piedra suelta, escalones de piedras, raíces, vaya todo lo que puedas pensar para rodar en buenas condiciones. En uno de estos tramos decido pasarlo encima de la bici y fuerzo demasiado, en seguida noto que las piernas se han cargado y lo voy a pagar. Coincidencia o no en el km 67 empieza mi calvario y se me acalambran los abductores. En el km 78 esta el 4º avituallamiento al que se llegaba después de cruzar un rió y subir unas fuertes rampas. Comemos algo, comentamos la jugada y dirección a la cuesta de la muerte. Son unos 4km de subida, unos 400m de desnivel y unas rampas máximas del 22%. Aquí ya llego bastante justo, sufriendo de los calambres y pasando mucho calor. Menos mal que a media subida han puesto un avituallamiento y podemos descansar un poco a la sombra.
Me recupero un poco pero no impide que algunos tramos de la subida los haga a pie. Después de unos 4km de bajada y una pequeña subida llegamos a Vidrá, km 92, donde hay otro avituallamiento. A partir de aquí solo un obstáculo hasta el primer corte, una subida de 5km y solo 300m de desnivel, pero visto lo tocado que voy algunos tramos tengo que poner pie a tierra. Aquí si no recuerdo mal Joan me hace un comentario del estilo “me aburro” a lo que le suelto que tire que yo abandonaré en Santa Maria de Besora. Me dice de todo y me sigue esperando. Llegamos por fin a Santa Maria son las 15h30, tengo hambre, dejo la bici en medio del camino y me voy directo a coger un plato de pasta e irme al garaje que tienen montado como comedor. Que lujo, que fresco se estaba allí y que bien entraban las bebidas frescas. Después de 25min, nos lo tomamos sin prisas, ya más recuperado y visto que tenemos más de una hora de margen sobre los horarios de corte decido seguir, aunque no tengo muy claro si llegaremos. Después de 7km de bajada llegamos a St. Quirze de Besora y dirección a Alpens. Tramos duros los que hay antes de llegar a Puig-empí en los que una parte los hago empujando la bici y los calambres no paran ya sean los abductores, los brazos, manos e incluso los dedos de los pies. Este tramo se me hace bastante largo, no veo el final de la subida y el calor sigue apretando. Llegamos a Alpens, ya llevamos algo más de 12h y tenemos 1h30 de margen sobre el tiempo de corte. Desde este punto el camino pasa por Santa Eulalia de Puig-oriol, 
Perafita y finalmente llegas a St Boi de Lluçanès, donde hay el ultimo control.
Esta parte te esperas que sea más llevadera, ya llevas muchos kilómetros y mucho cansancio acumulado, pero no, todo es más de lo mismo, caminos rotos, senderos y alguna subida con fuertes pendientes. El punto positivo, ya no hace calor. A St Boi llegamos casi de noche, antes de salir nos ponemos los frontales y afrontamos los últimos kilómetros, una pequeña subida y luego 14km en bajada. Y por fin llegamos a Torelló, atravesamos un polígono y la llegada. Al final lo hemos conseguido, somos finishers de la Tracks del Diable Non-Stop.
Son las 11 de la noche y me siento cansando pero no tanto como podía esperar.
Han sido 16h 41min para recorrer los 188km que han salido según el polar y los 4685m de desnivel.
Al final lo he conseguido, ha sido una carrera muy dura físicamente aunque todavía más psicológicamente. He sufrido mucho por el calor, mi motivación no era muy alta y las dudas sobre el poco entreno que he hecho no han ayudado. Aunque por suerte todo estaba muy bien organizado y agradecer a todos los que han colaborado en los avituallamientos, se han portado genial con nosotros nos han ayudado todo lo que han podido, nos han llenado los bidones como si estuviéramos en la formula 1, nos empujaban al salir de los avituallamientos y un largo etc. Muchas gracias a todos. Solo me queda una cosa más que añadir, Joan “cabrón”.

jueves, 3 de junio de 2010

Entrenando la Tracks Non-Stop

Cuando decidí apuntarme a la tracks del diable tenía muy claro que antes de la carrera tenia que reconocer el terreno, y así después de meses intentando encontrar fines de semana libres he conseguido completar el recorrido. Como no podía ser de otra forma me ha acompañado Joan, el culpable de verme en esta locura.
Dividimos el recorrido en 2 partes Torelló – St Quirze (+-120km) y St. Quirze – Torelló (+-80km). Hace 15 días probamos suerte y nos aventuramos con la parte final de la carrera y este fin de semana lo hemos completado haciendo la 1era parte.
Aquí van las minicronicas:
St. Quirze – Torelló:
Empezamos a pedalear a las 8h30 con una temperatura de 4º. Después de unos kilómetros por carretera nos encontramos con la primera trampa, una pista en ligera subida que por culpa del barro y de las vacas hacen que tuviéramos la sensación de estar subiendo un puerto de 1era categoría. Aquí ya nos damos cuenta que esto no iba a ser fácil y que la lluvia que había caído los días antes nos iba a dificultar mucho poder rodar a un buen ritmo.
Y así es el barro es una constante, incluso parece que los charcos de barro sean arenas movedizas.
El camino es bastante fácil, con pocos tramos técnicos pero muy rompepiernas, en ningún momento nos permite coger un ritmo cómodo y constante. Sin contar con los innumerables cercados que tenemos que pasar y ríos que visto el caudal que llevaban nos hacían parar para estudiar como conseguir pasarlos sin mojarnos los pies,
aunque en alguno hemos aprovechado para limpiar las bicis.
Al final hemos tardado unas 10 horas para realizar los 94km y 2270m de desnivel.
Torelló - St Quirze:
Después de pasar la noche en el camping, vamos a St. Quirze donde dejamos un coche y de vuelta a Torelló para empezar el recorrido de esta etapa. Empezamos a pedalear sobre las 8h40, la primera parte de camino es bastante fácil con caminos donde se puede rodar, senderos guapísimos, alguna subida, ríos que cruzar y sobretodo cercados que hay que abrir y cerrar para poder pasar, la mayoría electrificados.
Sin olvidar las vistas espectaculares del Avenc de Tavertet.
Así llegamos a Rupit y a partir de aquí la cosa se complica, empezamos con una subida que se hace bastante bien el único pero es el calor que empieza a apretar. Pero al llegar a la “cuesta de la muerte” la empiezo sin ritmo, la pendiente casi siempre por encima del 10% y llegando al 22% se me atraganta, Joan tira a su ritmo y yo me tengo que parar a comer algo. Una vez arriba bajada hasta Vidrá y vuelta a subir por un valle al cual no se le ve salida alguna. Al final llegamos a St Quirze en 11horas para hacer los 117km y 3211m de desnivel.
Creo ha sido una buena idea hacer este reconocimiento del terreno ya que por un lado, no perderemos tanto tiempo buscando los caminos (si es que nos acordamos por donde hemos pasado) y por el otro nos servirá para regular un poco mejor nuestras fuerzas y poder afrontar la parte final en mejores condiciones, o eso espero.
El sábado que viene nos tocara sufrir y mucho, a ver si conseguimos acabar.